LA CARA DURA DE JAIME BOTÍN

Por Iñaki Anasagasti

Cuatro años y medio después de confesar que ocultaba en Suiza un tercio de su participación real en Bankinter, Jaime Botín ha logrado frenar temporalmente la sanción de 700.000 euros que le impuso la CNMV. El banquero se ha apoyado en un defecto de forma, porque, entre otros factores, el equipo anterior de la CNMV -ay Julio Segura-tardó ¡un mes! en reactivar el expediente tras cerrarse la vía penal. Botín está en su derecho de defenderse, pero hay que tener cara para pleitear y lograr que se condene al Ministerio a pagar costas-ojo a la minuta del bufete Ramón y Cajal que defiende a Botín-tras reconocer que ocultó durante 17 años a los inversores su verdadero y decisivo peso en Bankinter. La CNMV prevé otro expediente ya corregido y Botín no sólo será sancionado otra vez, sino que su escándalo se prolonga.